Cocina Cohete/Rocket stove - Autoconstrucción

Una de las cosas extraordinarias de vivir con la casa abierta y recibir en casa a tantas personas, es que vienen a compartirse personas realmente extraordinarias, que acaban induciendo situaciones vivenciales muy especiales y bonitas. Las fotos pertenecen a una de estas manifestaciones convivenciales cuya dimensión no llego a captar mientras ocurren, porque me encuentran a la vez envuelto en otras tantas... 

Es un alpujarreño originario de Lurdes, sí, donde los milagros, allí por la Francia, y parecía que venía a otra cosa, pero por el camino, así, en dos ratos libres, lió a unos cuantos, hizo dibujos, miró fotos y planos, y hizo esta cocina de leña. Es un auténtico regalo: a coste cero, con material de recicle y con un consumo de combustible mínimo: su alta eficiencia permite cocinar con unas pocas astillas de madera (de media-baja calidad, tipo palet).

Montaje:

Bidón metálico de recicle, y codo y tubo de chimenea, calidad chapa, de diámetro 110 mm. Se perfora el bidón: aquí es importante que el agujero quede lo más ajustado posible al tubo. Montamos el tubo con el codo con masilla refractaria para evitar pérdidas de calor hacia el sandwitx de aislamiento. Los perfiles superiores del tubo interno y del bidón quedan en el mismo plano.

Se rellena la cámara intermedia con un material aislante no combustible; en este caso hemos usado arlita (arcilla expandida) porque teníamos medio saco viejo de este material por aquí. 

Para una versión más local y autónoma podríamos usar como aislante un mortero aligerado, a base de paja entera cohesionada con una pátina fina de barbotina líquida (tierra cribada, y batir añadiendo agua, hasta una textura de yogur líquido). Se sumerge la paja en la barbotina, se saca y se escurre. No debe verse el amarillo de la paja (protegiéndola de combustionar); cumpliendo con esto, buscaremos aplicar el mínimo de barbotina posible (puesto que el aislante es la paja, y que la tierra en lugar de aislante tiene inercia térmica y por tanto reduce el efecto aislante). 

Sobre la arlita aplicamos una capa de cierre de unos 5-10 cm, a base de mortero de cuerpo (ver futuras entradas sobre la composición de este mortero).

Antes de secar el mortero colocamos tres piedritas de unos 2 cm de grueso para hacer el apoyo de la olla y permitir la salida de humo, formando un plano horizontal... Esperamos que el mortero seque y... ¡listo para usar!

Se hace un minifuego con astillas, palitos o otras formas de leña fina, buscando que queme en el ángulo del codo, produciendo poco humo. El fuego y el humo es succionado hacia arriba por el efecto chimenea, impactando íntegramente en la cacerola, ya que el tubo ¡está aislado!

Gracias de nuevo, Philippe, gracias una y muchas veces porque ha sido un gustazo disfrutar de tu compañía. 

[continuará... en otras entradas, con planos, explicaciones y otros diseños aún más eficientes]